viernes, 10 de noviembre de 2017

Monumentos Patrimoniales

IDENTIDAD

Escultura del artista Yino Marques, elaborado en bronce, concreto y hierro galvanizado;  es una obra insigne en el municipio de Riohacha. Con esta majestuosa obra amada identidad, se consigue describir la tradición del departamento de la Guajira, siendo hoy una de las principales atracciones de la primera Avenida de Sur América.

El monumento describe el concepto del mar en el nacimiento y el avance de la región, pues atreves de él llegaron los foráneos; en sus aguas se libraron batallas y hoy sigue siendo el vínculo del pueblo wayuu con el resto del mundo.

La mujer nativa que se cubre con una manta en zonas desérticas y ejerce matriarcado; el Almirante Padilla, quien enfrento a los españoles buscando la independencia; Los Héroes de gran relevancia en la región; “El Negro” Robles, nacido en la población de camarones, quien ha sido registrado por los historiadores como el primer afrocolombiano que llego al Congreso de la República; hasta encontrar en la cúspide a Francisco El Hombre, el mismo que según la leyenda venció al Diablo tocando el acordeón y cantando el credo al revés.
También es fundamental el rol de la música, que siempre tiene un encanto muy particular.

Esta escultura monumental de nueve metros de altura, rinde tributo a los personajes que constituyen la riqueza étnica y cultural de la Guajira. Una mujer wayuu bailando la yonna, es el primer elemento de este tótem a nuestra entidad, que continua con los indígenas wiwa, kogui y arahuaco, nuestros ilustres, el Almirante Padilla, José Manuel Goenagap y el Negro Robles. Una inmensa ola de personajes en cuya cúspide.



WALEKER

Irunuu un cazador wayuu caminaba por la selva y se encontró una niña abandonada y sucia llamada Waleker la llevo a su casa con sus tres hermanas pero ellas la maltrataban y no le daban comida. Irunuu tenía gran curiosidad por descubrir quién era la autora de las maravillas que cada día conseguía en su casa. Habían tejido un hermoso chinchorro una manta que parecía de seda y piezas en forma variadas.

Un día ya de noche llego temprano, entro a su choza atraído por una desconocida fuerza y se sorprendió con la hermosura de la doncella que tejía de su boca salían hilos que ella misma entrelazaba y prontamente convertía en coloridos diseños. Él se acercó enamorado y con una gran necesidad de abrazarla, pero cuando lo hizo la doncella desapareció y quedo convertida en la muchachita que había encontrado en la selva. Ella le rogó no decir el secreto a nadie. Irunnu solo deseaba casarse con Waleker, pero los espíritus malignos lo convencieron de revelar el secreto. A eso un día cuando intento abrazarla nuevamente, ella se convirtió en araña y en las manos de Irunuu solo quedo un ovillo de hilos… Waleker la tejedora se perdió entre los arboles… por ser hija de una araña.

PUTCHIPUU

EL minimalismo y el geometrismo que caracterizan a esta escultura de cuatro metros de altura, simbolizan la simpleza y el lenguaje directo de estos mecedores de paz, declarados Bien de Interés Cultural de la Nación a través de la resolución  1471 de 2004, emanada del Ministerio de Cultura. También declarados por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.




GENESIS 

Es un homenaje al acordeón, instrumento representativo de nuestra música vallenato, por sus fuelles imaginarios circula el viento del Mar Caribe, ese mar alegre que trajo a Riohacha los primeros acordeones que llegaron al país. La Guajira es vallenato, es la tierra en que nació y se desarrolló la música más representativa de la cultura colombiana.



CARDON GUAJIRO

Esta cultura, compuesta por tres piezas de 2, 3 y 4 metros de  altura, es un homenaje al alta guajira, exótica región de nuestro departamento. El cardón simboliza le resistencia estoica del wayuu ante la inclemencia y la rudeza de la vida en el desierto, tal como lo describe la canción homónima compuesta por el maestro Leandro Díaz. El color rojo hace alusión a la sangra como símbolo de respeto  para los wayuu, es también un homenaje póstumo a indígenas recientemente asesinados y desaparecidos en la masacre de bahía portete.


KAASHA

La percusión es una constante en los lenguajes de la música tradicional  guajira. Afros e indígenas hacen gala  de la fuerza expresiva de los tambores; tal es el caso de la yonna, baile armonizado por la kaasha  (tambor wayuu), que se representa en esta cultura de 4 metros de altura en la que un hombre wayuu dicho instrumento.


NEGRO ROBLES

La figura de este insigne ha sido, por más de un siglo, la bandera de la afrocolombianidad y la ética política.  Este retrato escultórico, austero, pero esmerado en cada detalle, el rinde tributo a Luis Antonio roble, el paladín de la democracia, de la mano creativa de unos de sus coterráneos.


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